
se ajustan las clavijas en el trabajo. no mas facebook. no mas internet. imprimir se hace ahora mediante un batch. están rascando hasta el último centavo. en tiempos de crisis, no hay límites para nada. las peores catástrofes de la humanidad se iniciaron en crisis y las crisis dieron permiso para cualquier solución. extremo. la crisis actual nos lleva al extremo de lo que somos como personas. capaz que me echen por escribir estas cosas en horario de trabajo, capaz que hay gente que exagera con el uso de internet, o será quizás que tenemos demasiado tiempo libre. será quizás que antes hacer una cosa llevaba mucho tiempo y ahora con el tema de los formatos comunes y estandarizados, a un empleado adaptar una oferta de treinta hojas le lleva cinco horas en lugar de cinco días. si se lleva a una persona a trabajar a los límites, esta se estresa. hay gente que carece de defensas contra el estres. habemos otras que sabemos que si trabajamos las nueve horas que nos pagan al cien por cien, se nos quema el cerebro. no es una irresponsabilidad. es una realidad. no se puede. no solo no es posible, sino que solo conduce a que te llenen el escritorio de cosas para hacer. se puede hacer por un tiempo, si. se puede trabajar a full un mes. dos meses como máximo. pero con un fin concreto. la motivación extra que eso requiere sale del objetivo concreto. de llegar a eso, a algo a lo que se quiera llegar. si no hay perspectiva, el esfuerzo es inútil. nadie puede correr una carrera sin saber donde está la meta. capaz que el cuerpo llega pero la mente no, y eso es fundamental. el estado mental es fundamental tanto en una competencia como en un trabajo, ya que te mantiene concentrado y regulando tus energías. la gran paradoja es que cuando uno tiene muy poco que hacer en el trabajo, dada la crisis mundial o lo que sea, las limitaciones surgen de todos lados, con lo que no tenés un carajo que hacer y tampoco podés boludear. el cócktail ideal para que las reglas sean rotas o la cabeza estalle, o en el peor de los casos, que empieces a trabajar de menos, lo cual no solo produce fatiga mental, sino que también genera pérdidas económicas. porqué si trabajé horas extras quedandome en la empresa hasta tarde, sacrificando horas de tiempo libre, con el objetivo de juntar horas para tener mas días de vacaciones, voy a ir bajando esas horas yendome a casa mas temprano? no quiero, no me gusta, no me cierra.
pero hecha la ley hecha la trampa. es imposible encerrar a alguien mentalmente, es imposible que me digan en qué tengo que pensar, es imposible que me frenen, y el día que lo logren, será hora de cambiarme de empresa, o de formar la propia. que me midan en resultados, que para eso me pagan.
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