viernes, noviembre 14, 2008

niñote

estoy ansioso. en enero empiezo mi nuevo trabajo y me espera mucho por aprender. la espera se me hace eterna. tres meses es muchísimo tiempo cuando uno sabe que ya renunció. mi actual jefe intenta apretarme y no se como explicarle ya que renuncié y que me deje de hinchar las pelotas. pero me entretengo bastante. el club me da mucho trabajo en este momento y tengo algunos proyectos en el trabajo para cerrar. trabajar sin presiones es lo mejor que te puede pasar. es trabajar como a uno le gustaría trabajar. una ilusión. jugar a trabajar. sigo jugando. mientras veía "el club de la pelea" se me quedaba grabada una vez mas esa frase de tyler durden, soy un chico de treinta años. no creo que pueda cambiar alguna vez. me sentí totalmente identificado. ver la vida desde el lugar del adulto desilusiona. es saber a ciencia cierta lo que nadie te cuenta. seguis siendo la misma persona. seguís siendo un chico. seguís queriendo jugar y boludear. sabés porque te contaron que para trascender y lograr algo más tenés que hacerte el adulto. actuar como un adulto y asumir las responsabilidades de un adulto. es verdad que uno se aburre de jugar. no es eterno, pero la escencia no cambia. el ludicismo (no se si existe esta palabra) dentro de uno sigue ahí. jugando a trabajar. jugando a ser esposo. treintaycuatro años de mi vida se han ido ya y no noto un cambio interno demasiado grande. quizás exteriorizo las cosas de otra manera. he aprendido a callarme la boca cuando quiero y a hablar. a no postergar. a levantarme temprano, a saber la importancia de asegurarse la subsistencia, a tenerle respeto a los tropiezos de la vida, pero nada más. no es mucho. si esa es la barrera que separa a un adulto de un niño, estoy frito. no es deprimente, es dificil de describir. no me siento deprimido, en cierta forma veo lo mismo en el resto de la gente, los veo a todos jugando a ser adultos, actuando el personaje que se han propuesto actuar, y en cierta medida los pongo a todos en mi nivel, no los bajo ni los subo, pero me da una perspectiva mucho mas plana. no es malo. esta bien. aunque todo esto haga que los extremos me parezcan mas ridículos. la vida alrrededor mío pierde seriedad, y eso me gusta. me da la idea de que es un gran salón de juegos, lo que le quita trascendencia a lo que hago, lo que hace que cualquier cosa que haga la haga sin presiónes. como ahora en el trabajo. tranquilo, sin stress, se trabaja mejor. y sabiendo que mi vida es un gran salón de juegos, puedo tomar muchas mejores desiciones porque no tengo mas presiones. quizás desde afuera se vea como si finalmente fuera un adulto, lo que no hace mas que indicarme que estoy actuando bien mi papel. curioso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juancito... (yo tambien soy fan de los 3 puntitos...)

Como me alegra que sigas siendo el pendex que conoci alguna vez, organizando algun fulbito en la ofi con las sillas giratorias o dibujando una caricatura de Fabian Penin "El Jefe" para pegarla en el pizarron y tirarle pelotazos de papel y cinta de embalar...

No te creas que yo crecí mucho, mis pendejadas me las sigo mandando, solo que muy de vez en cuando. Pero ese placer de saber que uno sigue disfrutando las cosas que se cree disfrutan los chicos solamente es impagable...

Me alegra que te este yendo de maravilla, el cambio de trabajo definitivamente es para vos, yo te conozco y se que necesitas aire fresco en tus pulmones y en tu cerebro con frecuencia...

Espero que algun dia, cuando tengas hijos, te des cuenta que es hermoso ser por un rato niños como ellos, jugar con la misma pasion que sienten ellos, atacar el fuerte de Playmovil como lo hiciste 25 años antes...que placer ser un niño...

Aldo