jueves, noviembre 13, 2008

fame


ayer estuve nuevamente trabajando de security en un recital. amy mcdonald. estuvo bueno. no se que fascinación me provoca el estar cerca de las estrellas. son gente normal. pero cuando son gente normal no es negocio para nadie. la gente normal no vende discos. las estrellas van rodeados de un séquito de chupaculos que viven de lo que las estrellas producen, pero también de lo que ellos les hacen producir a las estrellas. el ambiente entre los security es bastante amable, aunque es una cadena de jefes. se supone que el público hace lo que el security dice. el security lo que dice el jefe de security del escenario. el jefe del escenario lo que dice el jefe de salón y el jefe de salon lo que dice el jefe de seguridad, que hace lo que le dicen los organizadores del concierto. mucho cacique y poco indio. un despilfarro atroz de guita. miles de llamadas por celular a gente que esta al otro lado del escenario. bebidas y comida a montones. entradas que cuestan una fortuna. famosos en primera fila. la cantante quejándose porque mira a la gente y la gente en lugar de mirarla directamente, la mira a traves de las pantallas. es como hablarle a mucha gente que mira tele. es que hace poco que es famosa. probablemente todavía no tenga ese distanciamiento con el público que el público, acostumbrado a no ser famoso, tiene con ella. ella está a tres metros del público, pero el público la mira por las pantallas al costado del escenario porque se ve mas grande y mejor. me pasó cuando trabaje en el recital de joss stone. photoshop en vivo. la tenía a dos metros y no podía creer lo normal, lo chica de la vuelta de casa, chica de cualquier ciudad que se veía, y sobre todo, la diferencia abismal que había entre ella y la que salía en la pantalla en directo. el trabajo y los filtros y los colores hacían de ella una estrella en la tele, y en vivo nada. ilusión. vender ilusiones, de eso se trata. hacer una estrella de alguien que no lo es. amy mcdonald convoca cincomil personas. pamela anderson, cienmil. y no son las tetas. es el estrellazgo, la fama. esa fama es lo que se interpone entre el público y ella. pero ella no la ve, por ahora. si la ve, quizás acepte, que deja de ser ella para ser otra persona, que esta encerrada detrás de la fama. una gran y ampulosa jaula muy muuuuuy cómoda.

1 comentario:

Maxi Bongiovanni dijo...

Frente a tanta inquitud debo recommendarte una lectura. Seguramente te de algunas pistas de lo que sucede: la fama efímera, la mediatización de la vida cotidiana, la ruptura de la 4º pared, la vida de consumo, etc.

BAUMAN, Zygmunt. La vida líquida.
BAUMAN, Zygmunt. Vida de consumo.

Es un sociólogo de origen polaco, pero hace más de 50 años que vive en UK.

Espero que lo disfrutes.