bases

estoy volviendo a las bases. este blog se me estaba yendo por las ramas de la política y antes de terminar como el de artemio lópez, y que se asemeje a las cartas de los lectores de alguno de los diarios electrónicos que leo, vayamos torciendole el timón hacia la base, hacia la idea desde donde se construyó este blog, que es la vida en europa.
esta semana es una de esas semanas que no se me hubieran dado en la argentina. no es la época mas feliz de mi vida, pero si una época de cambios. la felicidad nunca llega completa y eso es casi una ley de vida. el lunes empiezo un laburo nuevo. bien ahí, diría la mona gimenez. no me creo toda la perorata de viajes por europa que me prometió mi nuevo jefe, con todo ese falso o antigüo glamour sobre lo que significa viajar en avión. easy jet derrumbó todo eso de un hachazo, y los precios altísimos del petroleose encargaron de prenderlo fuego cuando cayó al suelo. no existe mas, viajar ya no es mas glamoroso, es tedioso. en los duty-free ya no se consigue casi nada barato o exclusivo mas que los cigarrillos y por una mera cuestión de impuestos. cuando viajabamos la última vez desde la argentina para europa una señora gastó delante mío tresmil quinientos pesos en el duty-free. todas cosas para regalar o llevarse a su casa en argentina. a retirar cuando volviera. un servicio ridículo pero vigente, que hace que no tengas que cargar las cosas que compras durante todo tu viaje. la señora gastó tresmil quinientos pesos en productos obsoletos o que con un poco de maña se consiguen en buenos aires mucho mas baratos. la seguridad aeroportuaria le termina de quitar lo poco de glamour que le quedaba. pero igual no me importa. el hecho de estar haciendo proyectos de iluminación en todo el mundo, así sean limitados a un catálogo o a una marca, hace del trabajo un gran desafío y algo muy lindo de encarar. pero gracias a mis horas extras en mi trabajo anterior, donde también me habían prometido viajes alrrededor del globo, ahora estoy al pedo y me hallo en un café en la peatonal de basel viendo a la sociedad suiza pasar frente a mis ojos. una parte de ella al menos, ya que una buena parte está trabajando a esta hora, las tres de la tarde. si me preguntaran como reconocer a un suizo, o al menos a un suizo aleman, diría que por los zapatos negros y la mochila. todos usan mochila. generalmente negra, sin muchos colores, pero esta siempre ahí. las mujeres van con cartera y mochila. sigue siendo para mi una gran intriga que es lo que llevan dentro, ya que detesto llevar demasiado equipaje. pero arriesgaría que llevan un calzoncillo y un par de medias, una revista, un libro, y algo de abrigo. lo básico para sobrevivir. realmente se visten muy mal, son muy sobrios, son la gente mas conservadora del planeta y si bien innovan en muchas cosas, esas innovaciones llevan años de discusiones. diría que hacen las cosas bien. tardan mucho pero las hacen bien. tres centímetros son aca tres y no dos coma ocho ni tres coma dos. el aspécto técnico heredado de alemania y francia se defiende con mucho orgullo, pero creo que también es una parte del pensamiento. si un plano dice tres, se hace de tres. punto.
espero que el hecho de estar leyendo a bauman en este momento no influya demasiado en lo que escribo, pero veo una contrariedad enorme. aca se fabrican cosas para toda la vida y a la vez la economía se sustenta de cambiar los productos que uno usa cada tres o cuatro meses, por temporadas. es muy contradictorio. el caso chino es mas honesto, ya que fabrica cosas de mala calidad. pero el caso suizo es de estudio, porque las cosas que uno compra se tiran casi nuevas. se regalan, se pasan o se tiran. como mantener la calidad y que la calidad sea el mayor valor, y a la vez que el producto sea renovado para mantener la economía? creo que en eso se basa el sistema de sueldos altos y de precios altos de suiza, las cosas, o la mayoría de ellas, se pagan caro porque costó mucho hacerlas. si todos ganan bien, todos pueden comprarse cosas caras y de buena calidad. si todos compran cosas y viven una vida rodeada de calidad, todos ganan bien. el problema surge en las transiciones. el que empieza a lucrar con cosas de mala calidad vendidas a precio de oro. la banderita suiza como símbolo de calidad de algo que no lo tiene. es donde el sistema muestra sus flaquezas. también las muestra el cliente que dice o cree innecesario pagar caro algo que va a tirar a la basura en dos años. estará la clave en el proteccionismo? en recortar las importaciones? hoy en día es imposible. en crear una mentalidad acorde, para que se restrinjan por si solos los compradores y solo compren calidad? dificil. la verdad que no lo se, pero como decía el rotativo del aire de radio rivadavia, habrá mas informaciones para este boletín, ya que es un tema que estoy analizando en estos días de vino y rosas.