martes, junio 09, 2009

viajando

una lata. el avión es una lata de conservas que se mueve a una velocidad increíble en una zona donde casi no hay aire que le haga resistencia. estar parado en la parte trasera de un siete cuatro siete da esa sensación. el avión se sacude y se dobla como un grán tubo de plástico. cuatrocientas personas sentadas en el mismo ambiente. la humedad bajísima para que los olores no se esparzan. los pedos en el avión no huelen. nada huele. tu nariz esta seca como un papel de diario, y por consecuencia casi no detecta olores. cuatrocientas personas a la buena de la ingeniería. es lo que los fabricantes de aviones nunca pudieron solucionar. se rompe un micro de larga distancia, o un tren, y la gente no hace mas que esperar el que sigue. se rompe un barco, y saltan todos a los botes. se rompe un avión y mas vale que hayas practicado algo de arpa porque tenés todas las posibilidades de terminar con alitas tocando una. no hay vuelta atrás. no es nuestro medio. no se porqué no nos da mucho mas miedo volar. han llevado el nivel de fallas a niveles mínimos, insignificantes, pero cuando algo falla, casi no hay salida. me gustaba mas el tema de los dirigibles. los zeppelin. tardaban mas que un avión, pero menos que un barco. volaban mas bajo, y me parece que era una forma mucho mas segura de volar. y con el uso de helio en lugar de hidrógeno, ni que hablar. si a un dirigible se le plantan los motores, queda a la vera del viento. no será ideal, pero seguro que es mucho mejor que en el caso de un avión. a mi toda la historia de los aviones comerciales me huele y siempre me olió a tongo. porqué? porque cuando la aviación comercial estaba naciendo, los dirigibles alemanes ya dominaban el cielo. mucho antes de la segunda guerra. y oh casualidad, justo cuando la incipiente industria aeronáutica estadounidense nace, en estados unidos ocurre la primer catástrofe aerea que fué filmada y relatada al mismo tiempo. el hindemburg en llamas. ni madonna podría resistir una publicidad tan chocante. los aplastaron. los hundieron en el olvido. si no fuera por esa filmación, hoy el cielo estaría lleno de dirigibles, o bien podría estarlo. me huele a que las líneas aereas estadounidenses sacaron mucho provecho de ello, ya que fueron los fabricantes de aviones con exclusividad durante muchos años. también fueron ellos quiénes la inventaron, claro, pero no es la única forma de mantenerse en el aire. ni la mas segura. es demasiado dependiente de la velocidad y de la potencia de los motores. imagínense ahora que un dirigible sube a cincomil metros y encuentra una corriente de aire de doscientos kilómetros por hora en dirección a europa, el ahorro de combustible sería enorme. y si al dirigible le toma veinticuatro horas llegar en lugar de ocho, se compensa porque los dirigibles pueden albergar camarotes como un tren, para que la estadía sea mucho mas llevadera. no me desagrada volar en las latitas, pero si soy conciente que uno pone su vida en las manos de la ingeniería cada vez que lo hace.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vos lo del olor lo demostraste empiricamente !!! Te tirate un pedo de guiso de porotos y nada se olio !!!. Ahora yo te digo algo si un avion es una lata de conserva, los bondis de doble piso MIA (Made In Argentain), que poronga son !!!
Aguante el Tren querido. Gracias Carlos, Ramal que para Ramal que se cierra. Moyano y company no tenian nada que ver en eso !!!

El viejo y querido COMENTADOR ANONIMO !!!