viernes, junio 12, 2009

llegando


el llegar a la argentina es fuerte para mi. siempre lo fué, no solo por la carga emocional, sino por activar todas las células de mi cerebro donde residen los recuerdos. uno empieza a escuchar el idioma en el embarque del aeropuerto, es una sensación rara. cuando escucho argentino aca en suiza siempre tengo que ver quién es el que lo habla, lo que no me pasa con el suizo o el alemán. el comportamiento argentino en el avión es también bastante particular, pero no puedo criticarlo ya que hay mucha gente que no vuela al menos una vez al año como yo y no esta tan acostumbrada a las latitas voladoras. el llenar el formulario de la aduana me da la primer bocanada argentina ya en el avión, este año con el nuevo formulario anti gripe aviar, en una nueva forma de no hacerse cargo si la máquina que compró el aeropuerto para detectar los casos no los detecta. ante todo atajarse. no sabemos cuantos casos llegan por avión, preferible un barbijo, mira si me agarra la gripe porcina y tengo que pasarme tres días en cama mirando tele con fiebre, como cuando hace un año y medio me agarre la gripe común. una fatalidad absoluta. cerremos colegios. encontremos un responsable ya. estoy gastando un dineral en termómetros que se me rompen y en vitapirenas. la cola de la aduana va rápido, la gente te trata muy bien si sos blanquito (he visto a personas que son tratadas mucho peor que yo y siempre son mas oscuras, de ahí la deducción), todos con barbijo a media asta, puesto pero sin poner, promotoras de perfume con barbijo, duty free, y a sufrir. a esperar las valijas. una, dos, al menos llegaron dos, esa no es la nuestra? tres, bueno, ya llegará en el vuelo de mañana, no, ahí está, cuatro, ahora a seguir sufriendo con el escaneo de las valijas. gente en delantal, cosa que no puedo explicar todavía, y pseudo policías. hace unos veinte años estaba muy claro qué era lo que podías ingresar y que debías declarar. ya no. he pasado equipos de dvd en las valijas y no me han dicho nada. y se ven. ya no hay que declarar nada de electrónica. esta vez me freno el de la aduana y agarró mi valija. de donde viene? de suiza. ah, esas pelotitas que se ven serán chocolates entonces? no, señor, heroína. claro que son chocolates. bien, adelante. siga siga. ahí llegué. llegó todo. llegó el avión. llegaron las valijas. nada ilegal. todo en orden. remises, autos, vidrios, este hall va expandiendose, familia. imelda emocionada, yo solo contento pero no emocionado. con ganas de ver, de oler, de sentir al país. fresco. oscuro, no solo por el invieron, sino porque la iluminación en argentina es mas baja, mas tenue que en suiza. el olor a basura quemada en el aire. no me desagrada. el viaje a lo de la vieja. candombe de tránsito. lomos de burro. baches. todo es mas flojo, todo esta mas flojo, roto pero no del todo, destartalado. la argentina es un país destartalado. esta todo ahí, pero un poco flojo. casi por caerse pero no se cae. al menos es la primer impresión, el resto ya llegará. el olor a los recuerdos. el invierno de mi infancia y de mi juventud. invierno muy caluroso de a ratos. cena, charlas, ver que todo sigue igual, nada está peor, nada está del todo mal, un poco de tele y mañana a empezar.

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